Con sorpresa he visto como pasaba desapercibida la noticia, anunciada el 14 de Septiembre por el ministro Manzur, sobre el retiro de 40.000 DIU en mal estado de los Hospitales Públicos de todo el país.
Esperé unos días para escribir sobre este tema porque esperaba las consecuencias generadas por la noticia (divorcios, suicidios, atentados públicos) No quise dramatizar pero me pareció un mal indicador ver en la puerta del Hospital Fernandez a muchas mujeres, y a algunos hombres, cuyas expresiones remitían al Grito de Edvard Munch.
Este cuadro, pintado en 1893, se convirtió en el manifiesto pictórico del expresionismo germano y representa la expresión plástica del mundo interior del artista.
En un primer plano, una figura humana (cuya forma remite a un signo de interrogación) se tapa los oídos, incapaz de soportar la fuerza desgarradora de su propia exclamación. Sin embargo, el grito se pierde y no llega más lejos de sí mismo. Al fondo, dos figuras caminan sin percibir ninguna alteración en el ambiente.
Munch pintó El Grito mediante una serie de líneas onduladas que presionan la figura (una característica muy frecuente en personas que padecen depresión), reduciendo su rostro a la imagen primigenia del miedo. Muchos críticos han atribuido la obra al frágil estado mental de Munch, al abuso del alcohol o a un simple ataque de agorafobia.
Porqué no pensar que el gobierno aleman le acababa de informar que el DIU de su novia estaba en mal estado, que los medicamentos que tomaba para el cancer no contenían principios activos, o que la epidemia del dengue estaba controlada gracias a la gestión de los equivalentes germanos de Zanola y Cappacioli.
Por suerte, y gracias a la sabiduría de nuestros votos, hemos logrado conformar un equipo de dirigentes que nos garantizan la defensa plena de la justicia social y de nuestros derechos humanos, además de nuestra soberanía política y nuestra independencia económica.
Pocos paises en el mundo pueden reflejar tanta eficiencia en la gestión como el INAME y el ANMAT que, haciendo gala de su compromiso con la prevención de la salud, encontraron los dispositivos defectuosos, entregados por el programa Salud Sexual y Procreación Responsable en el año 2005. Que los hayan encontrado en el 2009 es un tema menor.
Salud Sexual y Procreación Responsable, es casi una broma de mal gusto. Aunque pensándolo bien sería más aceptable si así lo fuera. Es en realidad la suma de todas las ineficiencias. La conjunción de la corrupción con la inutilidad, la vagancia y la irresponsabilidad.
Hemos convertido a la Argentina (es inútil evadir la responsabilidad) en un país donde, mientras la opinión pública se divide irreconciliable frente al debate sobre el aborto, el gobierno entrega DIUs en mal estado. Ni Fellini.
Ahora bien, si se retiraron 40.000 sin colocar, ¿cuántos DIU se colocaron en 4 años? ¿Estamos ante un nuevo Baby Boom?
Albert Einstein dijo: No podemos esperar que algo cambie, si seguimos haciendo siempre lo mismo.
Como corolario les obsequio las palabras de nuestro Jefe de Gabinete, el Cdr. Anibal Fernandez, anunciando la intervención de la Obra Social Bancaria. No sé de qué se quejan.