El descubrimiento de Gurdon data de 1962 y demostró que en el genoma de una célula adulta sigue existiendo la información necesaria para diferenciarse en cualquier célula. Gurdon reemplazó el núcleo de un huevo de rana por el núcleo de una célula adulta del intestino, ya madura. El huevo se desarrolló normalmente y produjo una rana normal. El núcleo de la célula adulta no había perdido la capacidad de generar todo tipo de células y había sido re programado al insertarse en un huevo.
En 2006 Yamanaka (40 años después!) realizó otro experimento trascendental. Descubrió cuales eran los 4 genes que hacían que la célula permaneciese inmadura. Entonces tomó células del tejido conectivo, fibroblastos, e introdujo en ellas los genes descubiertos. A partir de esto, esa célula podía generar todo tipo de células como, por ejemplo, una neurona.
50 años después del descubrimiento de Gurdon comenzaron a pasar algunas cosas. Por un lado los católicos de todo el planeta aplaudieron el premio, ya que era una ratificación de los argumentos contra la investigación con células embrionarias. La investigación de Yamanaka había tomado una célula adulta y la había convertido en célula pluripotente sin la intervención o destrucción de ningún embrión.
Gurdon demostró que una célula mantiene en su genoma toda la información necesaria para diferenciarse. Yamanaka descubrió que una célula adulta puede volver a ser pluripotente.
Los mercados recibieron con mucha satisfacción el Premio Nobel, las empresas de biotecnología que lideran las investigaciones en el campo de las células madre recibieron un fuerte respaldo para avanzar en las aplicaciones clínicas.
Los argumentos sobre las células que se convierten en huesos dentro del corazón, o el poco tiempo de seguimiento de las investigaciones clínicas van quedando atrás, en el terreno de las leyendas urbanas.
Los argumentos sobre las células que se convierten en huesos dentro del corazón, o el poco tiempo de seguimiento de las investigaciones clínicas van quedando atrás, en el terreno de las leyendas urbanas.
En Argentina las investigaciones con células madre comenzaron hace más de 10 años, contando casi siempre con el apoyo de las organizaciones gubernamentales competentes. Este progreso se interrumpió repentinamente al desatarse el conflicto con los bancos de cordón umbilical.
En ese momento, un torbellino de incompetencia e ignorancia confundió cordón umbilical con células madre, células de cordón con células embrionarias, y células madre con lucro neo liberal. Entonces se desataron los proyectos de ley más descabellados.
En ese momento, un torbellino de incompetencia e ignorancia confundió cordón umbilical con células madre, células de cordón con células embrionarias, y células madre con lucro neo liberal. Entonces se desataron los proyectos de ley más descabellados.
La investigación con células madre era algo totalmente ajeno a los bancos de cordón, pero los temas se confundieron.
Ante las negativas reiteradas e injustificadas de INCUCAI para aprobar nuevas investigaciones, la gran mayoría de los investigadores decidieron realizarlas en el exterior, pero no suspenderlas.
Pero no se puede tapar el sol con un dedo. Los médicos continuaron investigando y formaron el Comité de Medicina Regenerativa y Células Madre, bajo el amparo de la Asociación Médica Argentina, que también incluyó la realización de estas investigaciones dentro de su Código de Ética Y los pacientes también se informaron, y muchos de ellos viajaron al exterior a realizarse tratamientos con células madre, algunos con excelentes resultados.
Entonces se reguló mejor, y recién en 2012 el INCUCAI perdió ese halo todopoderoso, y tuvo que aprobar nuevamente las investigaciones clínicas que presentaban los investigadores.
Cuando entenderán que detener la investigación discapacita o mata a los pacientes. Destruye a miles de familias, afecta a muchísimas personas. Detener la investigación es un lujo de funcionarios que no quieren estudiar ni perder su empleo. La mediocridad me entristece.
En unos años todo esto será olvido, como siempre. Mientras tanto, lamento la suerte de los pacientes que podrían haberse beneficiado antes con esta técnica.
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