29 de marzo de 2009

Como elegir a un médico


Después de muchos años en la Salud debo admitir que no todos los médicos son iguales. Esto parece una obviedad pero es duro admitir una realidad, tal cual la conocemos y aceptamos en múltiples profesiones u oficios, cuando el resultado directo de esta es nuestra salud.

No todos los médicos son iguales porque no todos tienen la misma habilidad, la misma abnegación o la misma motivación. Pasa con los contadores y los abogados, ¿porque no va a pasar con los médicos? El problema es que un contador desinformado nos obligará a pagar más impuestos de los que correspondan, y un abogado desmotivado posiblemente nos haga perder una negociación. Pero un médico mal capacitado...

Hace unos años era muy común consultar con un médico amigo antes de tomar un turno con otro profesional. Pero hoy esto ya no es tan fácil porque el consultado debe tener en cuenta la cobertura médica del paciente, y sobre todo por la gran cantidad de nuevos profesionales que llenan las cartillas, lo que hace casi imposible, hasta para un colega, hacer una recomendación con tranquilidad. El resultado es un médico muy bueno al que no podemos acceder o un "llamá a tu cobertura", confiando en que el proceso de selección de su cartilla se base exclusivamente en la capacidad de los profesionales.

La realidad es que hoy existen alrededor de 150.000 médicos habilitados para ejercer la medicina y casi 40.000 juicios por mala praxis. Bien o mal demandados, la incidencia es demasiado alta y obliga a tomar ciertas precauciones.

Para evitar inconvenientes les cuento en qué aspectos me fijo cuando elijo un profesional para mi familia. No es difícil, solo hay que dedicarle un poco de tiempo.

En la facultad:

Desde hace ya algunos años el nivel de los estudiantes universitarios que egresan de las facultades de medicina es, en general, malo. La causa puede buscarse en la superabundancia de estudiantes, los planes de estudio, y las políticas de muchas universidades privadas, donde un estudiante que obtiene su título es un objetivo cumplido, no solo en lo académico sino en lo económico, prevaleciendo muchas veces el segundo criterio sobre el primero.

Ser médico egresado de la UBA ya no significa nada. Tal vez tenía valor en las décadas del 60 o 70, cuando los profesores de la UBA eran los mejores médicos del país y viceversa. Pero eso ya no es cierto.

De todas maneras, si estamos evaluando un médico recién recibido, el hecho que haya obtenido la medalla de oro o el diploma de honor, dentro de su promoción, implican un muy buen nivel de conocimientos teóricos que permitiría un rápido aprendizaje dentro de la especialidad, en el transcurso de su residencia. Sin dudas es un buen comienzo.

En la residencia:

La residencia posiblemente sea el momento más importante dentro de la formación de un médico. No solo por el conocimiento que va a adquirir en la materia, sino porque pasará a formar parte de una red de conocimientos que se extiende por todo el territorio argentino, formada por todos los residentes que ingresaron antes que él y todos aquellos que lo harán en los años subsiguientes. Una residencia es un club donde el médico no solo aprende sobre la especialidad que desea desarrollar durante toda su vida, sino que también aprende una mecánica de estudio del paciente y una ética en el manejo de distintos aspectos que deberá enfrentar en el transcurso de su vida profesional.

La residencia, en determinados establecimientos, actúa como un puente de contacto permanente entre distintos profesionales, ya sea para realizar interconsultas, para acceder a información de primera mano o para seguir el camino de la capacitación permanente.

Las mejores residencias están en las instituciones más prestigiosas. Piense en tres o cuatro hospitales, públicos o privados, que le den seguridad por su prestigio (por los casos de éxito que conoce, o por alguna experiencia personal), averigüe si en esas instituciones hay residencias, y confíe en el trabajo que realizan en ellas.

A la inversa, pregunte en que institución se formó el profesional que lo atiende y trate de recordar alguna referencia concreta sobre el mismo. Mientras más fácil es recordar la referencia, más tranquilo debe quedarse.

En el pos grado:

Como cualquier profesional, el pos grado es un plus de información que se relaciona con la implementación de nuevos tratamientos y nuevas tecnologías en viejas patologías. Para un médico, hacer una especialización en el exterior significa ponerse en contacto con los nuevos avances de la medicina entre dos y cinco años antes que el resto de sus colegas. Para un paciente esto significa mucho.

El posgrado en el exterior actúa de la misma manera que la residencia, pero en un nivel superior, ya que los contactos y la intercomunicación entre ellos se eleva a profesionales que cuentan con un perfil académico destacado, en distintos países del mundo.

En la docencia:

La carrera de docente universitario, y sobre todo la carrera de docencia dentro de la especialidad, que implica educar a médicos matriculados para que sean especialistas, indica un alto grado de apego a la profesión y un convencimiento, por parte del médico, en la necesidad de una capacitación permanente. Ser profesor o docente implica conocimientos.

En la salud pública:

La carrera hospitalaria implica experiencia. No es fácil llegar a ocupar cargos de jerarquía en los distintos servicios de cada hospital. Aunque para muchos de nosotros, lo público se relacione con contactos políticos y prebendas, ser jefe de servicio en un hospital público significa un gran conocimiento de la materia, un camino recorrido dentro del servicio y un examen rendido ante sus pares. Ser jefe de servicio implica haber tratado, coordinado y controlado a miles de pacientes, médicos y residentes. Implica un enorme bagaje de conocimientos prácticos en casos muy diversos.

En la actividad privada:

Los antecedentes de un profesional en la actividad privada siguen las mismas reglas que otras actividades comerciales, es decir, si el consultorio está lleno de pacientes es muy probable que el profesional realice un trabajo satisfactorio, no solo desde el punto de vista médico, sino también desde la contención y la satisfacción que genera en los pacientes. En medicina la publicidad más importante es el boca a boca de los pacientes satisfechos, por lo que esto es un buen indicador de calidad.

No debemos confundir el éxito del profesional en la actividad privada con la infraestructura con la que cuenta, ya conocen el dicho “no es oro todo lo que reluce”.

Estos son algunos indicadores que utilizo para evaluar la capacidad de un médico, sabiendo que casi siempre los profesionales cumplen con varios de ellos en forma simultánea. También podemos analizar premios o becas obtenidas, como así también la actividad que el profesional desarrolla en el ámbito de las sociedades científicas.

Lo importante es usar el sentido común y también la percepción personal, usted como paciente debe sentirse a gusto con su médico.

23 de marzo de 2009

A correr que se acaba el mundo

Mi próximo objetivo deportivo es correr la carrera Hi-Tec Series el 19 de Abril en Pilar (Buenos Aires). Se trata de una carrera de cross country, con una distancia a definir entre 18 y 22 km, que te lleva por caminos de tierra, pastizales, bañados, arroyos y pequeñas lagunas.

Tiene pocas dosis de aventura o de orientación, porque la carrera está totalmente señalizada, pero te obliga a pelear contra el barro y los espinillos durante casi dos horas, hasta terminar lo suficientemente cansado como para sentirte orgulloso de tu esfuerzo.

Mi esposa me mira imperturbable y entiendo sus razones. Ambos representamos la eterna discusión sobre la absurda necesidad de agotarse para sentirse mejor.

Foto: Largada Zarate 2004 - El de gorro de lana gris soy yo.

No solo es cansarse, también es regresar a un ámbito lúdico, no del todo competitivo, donde tenemos una excusa para chapotear en el barro y meternos hasta la cintura en el agua, disimulando entre la masa de corredores nuestra regresión a la infancia.

No estoy loco, todo aquel que se disfraza todos los fines de semana del muñeco Gallardo o de Tiger Woods, aunque el resultado sea la versión inútil y expandida a 120 kg del ídolo, entiende a que me refiero.

Correr una media maratón por caminos de tierra tiene sus pro y sus contra. Es mucho más agradable que una carrera de calle y, al ser el terreno más blando, castigas menos las rodillas y los tobillos. Lo malo es que normalmente se realiza lejos de la ciudad y es necesario madrugar para desayunar bien. Viajar unos cuarenta minutos un domingo muy temprano indefectiblemente te arruina el sábado a la noche (y el 18 tengo una fiesta) y esto alimenta los argumentos de mi esposa que se reflejan en su mirada imperturbable, a lo que siempre respondo con el ya clásico “todo no se puede”.

Comencé a correr estas carreras en el 2004. La primera fue en Zarate, pasando el primer puente de Brazo Largo hacia la derecha, justo donde está ese barco grande encallado. Casi me muero.

Antes de este desafío corría carreras de 5 y 10 km en calle, y nadie me había advertido sobre los secretos de las carreras largas, como el hecho que la ropa te roza y te lastima, y otros pequeños detalles que no voy a mencionar acá.

Después de Zarate corrí en promedio 3 medias maratones por año, en calle o cross country, con altibajos en el rendimiento, pero con la constancia suficiente para entrenar.

Desde el 3 de Junio del 2007 anoto en un diario de entrenamiento la actividad que realizo. Anoto tiempos, kilómetros recorridos y el objetivo de la actividad. Normalmente entreno dos veces durante la semana y el domingo hago fondo, es decir corro una distancia larga a baja velocidad. El resultado son 1.377 km y dos pares de zapatillas en 21 meses.

No es mucho, son 66 km por mes, o 16 km por semana. Pero aprendí que el que mejor lleva la cuenta es el cuerpo, ya sea para lesionarse si hago las cosas mal o para mejorar si las hago bien.

¿Por qué hago todo esto? Por muchas razones, pero principalmente para estar, objetivamente, en buena forma física. También para combatir el stress, y hasta para reafirmar mi perseverancia, mi autoestima y mi resistencia a la frustración. Me sirve también para bajar de peso, no solo por el entrenamiento en sí, sino porque quiero tener buenos rendimientos y no hacer papelones.

En resumidas cuentas a los 33 años ingresé en un circulo virtuoso del que me cuesta mucho salir, porque definitivamente me siento mucho mejor cuando lo hago que cuando abandono.

Creo que el secreto está en que encontré una actividad que me divierte y que puedo hacerla en forma regular sin necesidad de coordinar con nadie. Simplemente me pongo las zapatillas y salgo.

Cinco años después de esa carrera veo que, a los 38 años, hacer lo que me gusta, solamente por el placer de chapotear en el barro y meterme hasta la cintura en el agua, es una forma muy divertida de mantenerme sano.

20 de marzo de 2009

A quejarse a… ¿A dónde?

Mientras vivimos otra vez esas “horas críticas que van a definir el futuro del país”, me pregunto si los argentinos no seremos adictos a las crisis. He leído múltiples análisis y columnas de opinión donde, con todo tipo de recursos literarios, se anuncia el final del modelo de país del “otro”. Por este motivo mi intención en este post es de escribir sobre la necesidad de mantener la perspectiva y el foco, en momentos en que el país entero nos bombardea con mucha más información de la que podamos procesar.

La salud es un sistema complejo que no tiene un solo responsable. Esto siempre es adecuado para la política porque permite realizar promesas en el momento oportuno y deslindar responsabilidades con cierta solvencia.

La Salud es un tema ideal para las campañas electorales, porque cualquiera puede inaugurar o prometer, sin que nosotros sepamos siquiera si tiene las herramientas para cumplir, y como posiblemente tengamos elecciones en Octubre o Junio (o quizás mañana, porque en este país nunca se sabe) una muy buena forma de mantenerme sano es conocer como funciona el sistema.

El Ministerio de Salud, cuyo objeto es “Asistir al presidente y al jefe de gabinete de ministros en todo lo inherente a la salud de la población, y a la promoción de conductas saludables de la comunidad” es el responsable general de los indicadores de salud en Argentina (mortalidad infantil, dengue, malaria, etc.). De él dependen:

ANMAT (www.anmat.gov.ar) que es el ente que controla TODO lo referente a medicamentos y alimentos. Cualquier problema con la fabricación, importación y venta de medicamentos es responsabilidad de este organismo. Incluye problemas con medicamentos falsificados, mal fabricados, y también de las investigaciones médicas referidas a dispositivos médicos o nuevos medicamentos.

INCUCAI (www.incucai.gov.ar) que “impulsa, y coordina las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células…”, responsable de la red de transplantes y de las investigaciones médicas con tejidos vivos y células madre.

Superintendencia de Servicios de Salud (www.ssalud.gov.ar) que regula y controla a las Obras Sociales, y a los prestadores de servicios médicos. Fija el Standard de atención con el Plan Médico Obligatorio y controla su cumplimiento. Todos los problemas de coberturas de Obras Sociales, de provisión de medicamentos para sus afiliados, etc. dependen de esta superintendencia.

APE (www.ape.gov.ar) La administración de Programas Especiales administra los recursos del Fondo Solidario de Redistribución afectados a programas especiales de salud, para la cobertura de patologías de baja incidencia y alto impacto económico, así como otras de largo tratamiento. Está destinado a los beneficiarios del Sistema Nacional del Seguro de Salud. Es decir que los tratamientos y las patologías de alto impacto económico no son soportados por las Obras Sociales, sino que estas trasladan el pedido a la APE para que esta soporte el gasto con el Fondo Solidario de Redistribución.

¿Y los Hospitales Públicos? Los Hospitales Públicos NO dependen de la Nación, dependen exclusivamente de las provincias. Esto es muy importante ya que un Hospital no solo significa un edificio y el equipamiento, sino también un presupuesto mensual que soporte el gasto de médicos, enfermeras, limpieza, medicamentos e insumos. Si el Estado Nacional promete un Hospital, tenemos que asegurarnos que también comprometa el presupuesto para mantenerlo.

Si el objetivo es mejorar los servicios del Hospital de tu zona no gastes energía quejándote en el Ministerio de Salud de la Nación, pedí cuentas a tu gobierno local. Con el mismo razonamiento, si algún candidato o funcionario nacional te promete un Hospital, observa la cara de tu gobernador. ¿Tendrá fondos para mantenerlo?

¿Y las prepagas? Lo más eficiente en este caso es la justicia o los organismos de defensa del consumidor, porque las prepagas son empresas privadas y la vinculación de los afiliados es un contrato comercial.

Ahora bien, como en estas elecciones se votan cargos legislativos, los invito a entrar en este link para ver qué legisladores integran las comisiones de Salud de la Cámara de Senadores y Diputados.

Legisladores

Legisladores que pertenecen a Comisiones de Salud


A la Comisión de Salud y Deporte del Honorable Senado de la Nación le corresponde dictaminar sobre todo lo relativo a la salud y acción médico social, higiene, sanidad, medicina preventiva y nutrición, subvenciones y subsidios a hospitales, sociedades, corporaciones o instituciones con actividades inherentes a las materias especificadas en este artículo y todo otro asunto referente al ramo de la salud. Asimismo, le compete lo relativo a asuntos o proyectos relacionados con política de medicamentos, su uso indebido, sustancias psicotrópicas y cualquier otro elemento cuyo consumo produzca alteraciones en la conducta social de las personas; la prevención, asistencia y tratamiento de la drogadicción y otras adicciones, tanto en forma individual como colectiva. También le corresponde dictaminar sobre lo relativo a organización, desarrollo y promoción del deporte, estudio y elaboración de planes permanentes o temporarios de fomento de esa actividad, y todo otro asunto referente al ramo de deportes.

A la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación le corresponde dictaminar sobre todo asunto o proyecto referente a la legislación sobre salubridad: individual, pública o social, considerando la medicina asistencial, preventiva y social; así como lo relacionado a la salud colectiva y lo referido a subsidios o subvenciones a hospitales, asilos, colonias e instituciones nacionales, provinciales, municipales o particulares con actividades inherentes a los fines especificados y sobre cualquier otro proyecto de legislación o investigación sobre estas materias y todo lo relativo a beneficencia en general.


Sobre 47 legisladores que componen ambas comisiones, solo 8 informan conocimientos específicos sobre el sector. No creo que debamos tener demasiadas expectativas sobre el desempaño de las mismas, aunque debería generar un compromiso un poco más grande de nuestra parte en la selección de nuestros legisladores.

Aprender también es una forma de Mantenerse Sano.

Miembros de la Comisión de Salud y Deporte de la Cámara de Senadores
  1. María Teresita Del Valle Colombo De Acevedo (Medica Cirujana) – Frente Cívico y Social de Catamarca
  2. Elena Mercedes Corregido (Profesora de Química y Merceología) – PJ Chaco
  3. Maria Rosa Díaz (Bachiller con orientación pedagógica) – ARI Tierra del Fuego
  4. Selva Judit Forstmann (Museóloga) – PJ Santa Cruz
  5. Silvia Ester Gallego (CV no disponible) – PJ La Pampa
  6. Haide Delia Giri (Médica Cirujana) – PJ Córdoba
  7. Hilda Beatriz González de Duhalde (Asistente Social) – PJ Buenos Aires
  8. Roxana Itatí Latorre (Profesora de Letras) – PJ Santa Fé
  9. Horacio Lores (Médico especialista en Salud Pública) – Movimiento Popular Neuquino
  10. Ada Mercedes Maza (Ingeniera Civil) – PJ La Rioja
  11. Nanci Maria Agustina Parrilli (Profesorado en Psicología) – PJ Neuquén
  12. Marina Raquel Riofrío (Abogada)– PJ San Juan
  13. Carlos Eduardo Salazar (Médico Cardiólogo) – Fuerza Republicana Tucumán
  14. María Dora Sánchez (Maestra Normal) – UCR Corrientes
  15. Ernesto Ricardo Sanz (Abogado) – UCR Mendoza

Miembros de la Comisión de Acción Social y Salud Público de la Cámara de Diputados

  1. Sylvestre Begnis, Juan Héctor (Sin Datos del CV) – PJ Frente Para La Victoria
  2. Gutiérrez, Graciela Beatriz (Médico de Familia) – PJ Frente Para La Victoria
  3. Acuña Kunz, Juan Erwin Bolivar (Médico Cirujano) – UCR
  4. Morante, Antonio Arnaldo María (Sin Datos del CV) – PJ Frente Para La Victoria
  5. Scalesi, Juan Carlos (Sin Datos del CV) - Consenso Federal
  6. Segarra, Adela Rosa (Sin Datos del CV) – PJ Frente Para La Victoria
  7. Soto, Gladys Beatriz (Sin Datos del CV) – PJ Frente Para La Victoria
  8. Barrionuevo, José Luis (Sin Datos del CV) – PJ Frente Para La Victoria
  9. Ardid, Mario Rolando (Sin Datos del CV) - Partido Nuevo Contra La Corrupción, Por La Honestidad Y La Transparencia
  10. Arriaga, Julio Esteban (Sin Datos del CV) - Unión Peronista
  11. Bertol, Paula María (Abogada) - Propuesta Republicana
  12. Bianchi, Ivana María (Sin Datos del CV) - Frente Justicia Unión Y Libertad
  13. Canela, Susana Mercedes (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  14. Carca, Elisa Beatriz (Sin Datos del CV) - Coalicion Civica - Ari - Gen – Upt
  15. Depetri, Edgardo Fernando (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  16. Díaz, Susana Eladia (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  17. Fein, Mónica Hayde (Sin Datos del CV) - Partido Socialista
  18. Galantini, Eduardo Leonel (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  19. Gonzalez, Nancy Susana (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  20. Gorbacz, Leonardo Ariel (Lic. En Psicología) - ARI (Tierra del Fuego)
  21. Leverberg, Stella Maris (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  22. Llera, Timoteo (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  23. Lorenzo Borocotó, Eduardo (Médico) - Movimiento Independiente
  24. Martiarena, Mario Humberto (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  25. Merchan, Paula Cecilia (Lic. en Comunicación Social – Directora y Productora de Cine y TV) - Encuentro Popular Y Social
  26. Osorio, Marta Lucía (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  27. Pereyra, Guillermo Antonio (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  28. Portela, Agustín Alberto (Sin Datos del CV) - U.C.R.
  29. Santander, Mario Armando (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria - Pj
  30. Storni, Silvia (Sin Datos del CV) - U.C.R.
  31. Torfe, Mónica Liliana (Sin Datos del CV) - Renovador De Salta
  32. Zavallo, Gustavo Marcelo (Sin Datos del CV) - Frente Para La Victoria – Pj

13 de marzo de 2009

Muchas manos en un plato...

Uno de los miedos intrínsecos de los emprendedores es que cualquier persona que cuente con un mayor respaldo financiero, puede copiar nuestro proyecto y robarnos la idea.

Este temor es todo un problema porque en el momento de mayor debilidad, cuando estamos buscando fondos para desarrollar nuestra idea, es cuando más necesitamos comunicar lo que hacemos y muchas veces un convenio de confidencialidad no es suficiente para dormir tranquilo.

Pero cuando hay que vender, hay que vender, y lo único que protege nuestra idea es la seguridad interna de que todo el proyecto se apoya casi exclusivamente en el conocimiento personal del equipo de management. Esto significa que en la mente del inversor tiene que resultar más caro contratar a alguien que tenga tu conocimiento, que invertir en tu empresa.

Cuando comencé con Fortaleza el temor era el mismo, ya que la idea en sí era muy buena, según todos los médicos que entrevistaba, y si bien demostraba alguna fragilidad en aspectos relacionados a la web, que solucionamos con la experiencia, parecía un modelo fácil de replicar.

Contra todo pronóstico, en el momento de presentar la idea al mercado, me di cuenta que no iban a replicar mi proyecto porque la salud se mueve alrededor de una palabra clave que domina el mercado: La Cápita.

Se llama cápita a un conjunto de personas que pertenecen a un mismo plan de salud. No importa si es sindical, privado o mutual. No importa si es PAMI o la prepaga más importante. Todos los afiliados a determinado grupo conforman una cápita y esta es una de las unidades de medida que definen la fortaleza del plan. “¿y cuántas capitas tiene?” es el equivalente en salud del “¿tiene fuerza en el cinto?” que se escucha en el campo.

La cápita nació como una forma de simplificar la administración de los sistemas de salud disminuyendo al mismo tiempo su riesgo y sus costos. Al comienzo de la implementación de los sistemas solidarios, el Financiador, es decir la institución que recibe directamente los fondos de los afiliados por descuento de haberes o cuotas voluntarias, era el encargado de abonar a los médicos por cada uno de los servicios que brindaba. Ese sistema se llama Pago por Prestación y parecería lo más normal del mundo.

El afiliado pagaba una cuota mensual, el Prestador (el médico) fijaba los valores de sus Prestaciones (cualquiera de sus servicios) y el Financiador que administra el fondo común de dinero formado por las cuotas de sus afiliados, abonaba cada prestación que sus afiliados se realizaban.

Las ganancias y las pérdidas en este sistema se basan en una cuestión estadística. Se debe calcular cuál es la ocurrencia de las prestaciones y cuál es su costo, el resultado es el dinero que tengo que reservar para las prestaciones que los afiliados necesitarán realizarse en promedio. Lo que sobra es ganancia.

Los problemas comenzaron cuando mucha gente comenzó a enfermarse al mismo tiempo (un concepto inesperado). En un momento que no puede definirse, a alguien, seguramente un emprendedor muy innovador, se le ocurrió plantearle a un Financiador el siguiente negocio: “Definamos cuanto gasta en promedio tu grupo de afiliados y yo administro los gastos con ese dinero. Lo que sobra entre lo que cobrás por todas las cuotas y el valor mensual del gasto, queda para vos”. Así nació el primer Gerenciador, y les aseguro que nunca imaginó que iba a perjudicar a tanta gente.

El Financiador se aseguró una ganancia sin riesgo y el Gerenciador comenzó a administrar la Cápita de la mejor manera posible, pero al poco tiempo se dio cuenta que la manera más segura de ganar dinero era reducir los costos médicos, por lo que rebajó los honorarios de los prestadores.

Seguramente en ese momento, al mismo tiempo que nacía ese famoso murmullo médico que hoy es casi patológico, otro emprendedor, menos innovador que el anterior, hizo la siguiente pregunta: “¿Cuánto gastas en Traumatología por mes? Dame ese dinero a mí y yo me encargo de los especialistas”. En ese momento nacía la sub-cápita, y el único avance que se había logrado era un Financiador muy agradecido, dos intermediarios nuevos y un médico peor pago por el mismo servicio. Al afiliado nunca le bajó la cuota.


Revisemos, tenemos la cápita general, la sub cápita por especialidad o la sub cápita por provincia o ciudad, la cápita de laboratorio, la cápita de diagnóstico por imágenes, etc. Muchos intermediarios que cobran sumas fijas y médicos que cobran cada vez menos para que los números cierren, hasta que el último Gerenciador de la cadena alimenticia le dice a su médico contratado: “solo podemos hacer tres tomografías por mes”. Si usted es el nº 4 en la lista va a tener un mes de demora, si es el nº 8 va a tener tres meses de demora. ¿No me cree? Dígale a su médico que usted no tiene problemas en hacerse el estudio mañana a las 4 de la mañana y se va a dar cuenta que no es un problema de horarios.

Ahora bien. El Financiador tiene ingresos fijos sin riesgo y quiere aumentar sus ganancias, entonces construye hermosos hoteles que incluyen servicios médicos, que a su vez alquila a algunos de sus Gerenciadores convirtiéndolos en virtuales shoppings de salud.

Su cuota sube pero su médico gana cada vez menos. Recuerde siempre esto cuando asista a la consulta, porque entre lo que usted paga y el dinero que recibe el médico, existen tantas manos que en algún momento va a ocurrir una desgracia. Usted entra a la consulta con una actitud muy demandante, y muy justificada teniendo en cuenta cuanto paga por mes, y su médico quiere que usted se vaya del consultorio en 5 minutos porque si no atiende 22 pacientes en un día el dinero no le rinde.

La Cápita rige el Sistema de Salud desde hace 40 años y todos los involucrados, médicos, empresarios, sindicalistas, políticos, empleados administrativos o enfermeras están tan inmersos en ella que cualquier otra cosa les resulta incomprensible.

Lea este post otra vez y busque en él las siguientes palabras “Calidad”, “Atención al Cliente” o “Satisfacción”. El hecho que no las encuentre explica porqué cuando presento Fortaleza y me preguntan con desconfianza “¿y porque esto no se le ocurrió a nadie antes?”, en vez de considerarla una pregunta estúpida que no tiene respuesta, la considero un halago.

Saber como funciona el sistema también es una forma de Mantenerse Sano.

10 de marzo de 2009

Obama libera el uso de fondos federales para financiar investigaciones con células madres

Imaginen una pequeña porción de sustancia orgánica, reproduciendo un órgano humano dentro de un laboratorio, para que este sea usado en un paciente que espera un trasplante. Imaginen una persona con heridas ocasionadas por quemaduras graves que recupera su aspecto gracias a la aplicación de una simple compresa. Imaginen un medicamento que no tenga ningún efecto colateral. Esto es solo una mínima parte de lo que significa el desarrollo de tecnología con células madre.

EL mundo científico sabe exactamente cuál es el potencial de esta tecnología y se prepara activamente para liderar el mercado. USA, Europa y Japón reúnen cientos de laboratorios, científicos e inversores para desarrollar productos y aplicaciones que puedan ser patentables. No existe la crisis para esto. Tampoco hay dilemas éticos. Solo importa el futuro y quien va a liderarlo.

Las células embrionarias podrán reemplazarse por no-embrionarias, o por células autólogas provenientes de la médula del propio paciente. Las discusiones no tendrán sentido porque la ciencia avanza demasiado rápido. No habrá nuevos Galileos, estigmatizados y condenados por sus descubrimientos, sino científicos mundialmente reconocidos por la opinión pública.

Imaginen una mujer que recibe aplicaciones de células madre para incrementar su busto. Imaginen un páncreas que después de muchos años vuelve a generar insulina.

El presidente de los Estados Unidos de Norte América, Barak Obama, dijo que la promesa de la investigación de células madre sigue siendo desconocida. También dijo que respaldaría vigorosamente a los científicos que realicen estas investigaciones ya que su objetivo es que USA lidere al mundo en los descubrimientos que estos estudios puedan producir algún día.

Nadie respalda vigorosamente algo que no conoce. Nadie invierte dinero en una promesa. El futuro está aquí y lo vamos a ver en la práctica muy pronto.

Pero qué consecuencias tendrá todo esto para nosotros. Las células madre van a hacernos más longevos. Los seres humanos, que puedan pagar esta tecnología, morirán de otras cosas a edades mucho más avanzadas. Seguramente no evitarán que otros seguirán muriendo de hambre, porque hay cosas que nunca cambian.

Nos encontraremos con investigadores y profesionales serios, y con estafadores milagrosos que tratarán de sacarnos el dinero con cualquier argumento. Ninguno de los sistemas de salud que conocemos incluirá los tratamientos con células madre en sus planes. No va a ser una tecnología barata, sobre todo, si Mr. Obama piensa invertir todo ese dinero, en medio de la mayor crisis económica desde los años 30.

¿Raro, no? A veces pienso que vivo veinte años en el pasado, discutiendo estupideces que no tienen ningún sentido mientras el mundo se mueve silenciosamente hacia adelante. ¿Obama es de izquierda o de derecha? ¿Qué dice el Vaticano? No seamos tontos. El Vaticano es un lugar muy grande, con gente que piensa de muchas maneras. Esto no se trata de fe, se trata de liderazgo.

Si el manejo de la información es la clave para comprender y aprovechar plenamente el futuro que viene, nosotros tenemos la obligación de estudiar. Sin perder ni un minuto, y sin gastar ni un átomo de energía en conocimientos, pensamientos o personas que no lo merezcan.

Conocer el futuro nos va a hacer libres. Aplicarlo nos va a mantener sanos.

5 de marzo de 2009

Un gran problema de Salud es no saber administrar el dinero


En el ámbito de la salud, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga se denominan financiadores. No se llaman benefactores, ni codeudores, ni ninguna otra palabra que pueda malinterpretar su función principal.

Los financiadores son sociedades comerciales o entidades sin fines de lucro que cobran una cuota mensual fija, ya sea por adhesión voluntaria o por retención compulsiva de un porcentaje del salario, y con estas cuotas componen una masa de dinero con la que tienen que enfrentar los gastos médicos y administrativos que generan sus afiliados (y alguna que otra campaña política).

Este es el modelo clásico de un sistema solidario de salud y su secreto está en la composición del grupo de afiliados. Es mejor que los afiliados sean jóvenes a que sean viejos, y es mejor que muchos estén sanos contra pocos enfermos.

En un sistema solidario, una cartera con mala salud o demasiado envejecida genera, por su consumo, un gasto médico muy alto y encarece la cuota mensual. ¿Que sucede cuando los costos crecen en forma desmedida? Cuando la composición de la cartera de afiliados no es buena, o cuando los costos médicos crecen, las empresas buscan el equilibrio aumentando sus ingresos, es decir aumentando el valor de sus cuotas.

Ahora bien, si sus afiliados no pueden pagar estos aumentos y se van a otra empresa, o simplemente se quedan sin cobertura, el equilibrio tampoco se consigue porque los que mantienen la cobertura son los que más necesitan los servicios. Entonces la única salida es dar menos prestaciones médicas, es decir cubrir menos servicios médicos por el mismo dinero. Y esto no se puede hacer.

A partir del año 1997 y ante la entrada en vigencia de la Ley N° 24.754, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga deben cubrir, como mínimo y en todos los diferentes planes que ofrezcan, todas las prestaciones previstas en la Resolución del Ministerio de Salud y Acción Social N° 247/96, denominada Plan Médico Obligatorio (P.M.O.)

Allí se establece toda una serie de prestaciones básicas referidas a atención primaria y secundaria; internación; tratamientos ambulatorios, odontológicos; plan materno infantil; prótesis y medicamentos, entre otras prestaciones, que son de cumplimiento obligatorio para las empresas. También incluye diagnóstico y tratamiento médico oncológico, tratamientos psiquiátricos, del HIV y problemas de drogadicción.

Es decir, la empresa no puede negar una cobertura, con independencia de lo que disponga el contrato firmado con el afiliado, si es de cumplimiento obligatorio por el P.M.O.

Para ponerlo en pocas palabras, como contrapartida a una cuota mensual fija, la obra social o la empresa de medicina prepaga debe cumplir obligatoriamente con un Plan Médico Obligatorio que le impide disminuir sus costos a costa de los servicios que cubre. Si su cartera de afiliados no es equilibrada en edades (muchos chicos, algunos adultos y pocos mayores), y los costos aumentan con relación a la inflación o al precio del dólar, la única opción es subir la cuota.

Hablemos de la cuota:

Fuente: ADECUA – Julio 2008

Estudié el cuadro comparativo de planes similares de las prepagas más conocidas, y me hice las siguientes preguntas. Si el Plan Médico Obligatorio es el mismo para todos y comparten el 70% de la cartilla médica (sobre todo en Sanatorios e Internación), ¿porqué hay tanta diferencia de precios? ¿Cuál es la incidencia real de los hijos en el valor de la cuota? ¿y la incidencia de los copagos?

Y lo que es peor ¿Usted tiene un plan de salud, en una obra social o en una empresa de medicina prepaga, por un valor mucho menor que estos? ¿Las retenciones de su salario son inferiores a estos valores? ¿Qué servicio espera recibir?

Ante este escenario, las opciones podrían ser:

a) Contratar una prepaga barata y consumir mucho (pretender amortizar una cuota de prepaga sería causal de una consulta de salud mental), teniendo como precaución un abogado de confianza para que me redacte los recursos de amparo por si la empresa no cumple lo prometido.

b) Contratar una prepaga reconocida y cara, y dormir tranquilo (si tuviese los ingresos sufuicientes para pagarla)

c) Cuidarme y asegurarme (poliza para accidentes e imprevistos), y mantener mi acceso al crédito para poder contar con dinero en el momento justo.

Si usted quiere comprar un auto sabe lo que busca. Puede conocer el consumo, el valor del seguro y de la patente, el valor de algunos repuestos clave, la posibilidad de reventa, etc. Usted tiene una imagen muy clara de lo que está haciendo. Eso se llama criterio. Usted tiene acceso a la información y sabe como compararla, por lo tanto puede tomar una decisión racional basándose en ella.

En salud usted no puede hacerlo. No es su culpa, o tal vez sí. Tal vez deba comenzar a estudiar y aprender. Quizás deba investigar, interiorizarse, sumergirse en un tema crítico como es su salud y la de su familia. No confíe en que un sistema tradicional vaya a cuidarlo. Usted es el que debe cuidarse. Porque si está sano, usted decide. Pero si está enfermo, ya no lo puede hacer.

4 de marzo de 2009

Como comenzar a prevenir


Como primer post me parece imprescindible fijar ciertas posiciones relacionadas con lo que significa para mí Mantenerse Sano. Podría tomarse como un conjunto de actividades, dietas y conductas, o un listado interminable de estudios médicos y análisis de laboratorio. En realidad es un objetivo relacionado con la libertad . Mantenerse Sano es para mí una forma de independizarnos de decisiones y de estructuras condicionantes.

Los resultados obtenidos por el sistema de salud argentino, regido por políticos y sindicatos, me llevan a pensar en lugares en los que no quiero estar. Es difícil de imaginar, como tantas cosas que solo se aprenden con la experiencia propia, que más de la mitad de la población no tiene cobertura médica de ninguna clase, y que la otra mitad solo sabrá como se comporta su sistema al momento de enfermarse.

El sistema de salud no es otra cosa que un enorme conglomerado de empresas privadas que sufren las consecuencias de la realidad como cualquier otra. No hay un soporte filosófico adicional, o un compromiso ético excepcional sobre el que se apoya el trabajo médico. No tiene que haberlo. Los médicos son profesionales que trabajan para atender las necesidades propias y de sus familias, igual que los abogados, contadores o cualquier otro trabajador. Las clínicas y sanatorios que los contratan son empresas privadas que distribuyen ganancias y perdidas. No conozco ningún banco que tenga un tratamiento preferencial o haga "excepciones" en su análisis crediticio con una clínica o un médico.

Como toda industria o sector, la calidad de los servicios no es homogénea. Hay buenos y malos profesionales, hay buenas y malas empresas. La diferencia sustancial es que los "clientes", usted y yo, no sabemos nada de salud. ¿Con qué grado de detalle conoce usted como funciona su cuerpo? Conozco personas que, con solo escuchar un golpeteo casi imperceptible en su auto mientras manejan, saben exactamente la falla y la pieza que deben cambiar. He escuchado a gente diseccionar la economía mundial en piezas tan chicas que podrían habérselas tragado. Y no voy a hablar de deportes.

La salud nos da miedo, esperamos que todo funcione bien, y si funciona mal no queremos enterarnos. Y esto nos convierte en el escalón más bajo dentro de la cadena alimenticia de la salud.

Cierto día leí un concepto del Dr. Rene Favaloro que me pareció un buen punto de partida. Favaloro dijo:

“La prevención debería ser el aspecto más trascendente de nuestra especialidad. Estoy seguro de que, en el futuro, se harán menos angioplastias y menos cirugías de revascularización. La prevención, junto con los adelantos de la biología molecular relacionados con la genética, permitirán disminuir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares.” (De la Conferencia internacional sobre la salud del corazón en los países en desarrollo. Una agenda para la acción para el siglo XXI, Nueva Delhi, India, 1999)

Bioingeniería, Biología Molecular, Genética, son términos que parecen exclusivos de la ciencia ficción o de laboratorios llenos de científicos silenciosos, cuando en realidad son conceptos que están insertos en nuestra vida diaria, o por lo menos tendrían que estarlo.

Pensemos en nuestros abuelos y en nuestros padres, ¿Qué enfermedades sufrieron o padecen en este momento? Mi abuelo paterno murió de un ataque al corazón, mi padre sufrió un infarto, y todos ellos junto con mi hermano son hipertensos. Mi abuelo materno sufría de presión ocular, igual que mi madre. ¿Es muy difícil pensar sobre cuales son las variables que tengo que controlar?

Esta historia clínica familiar, o factores de riesgo, son los que van a regir mi vida. También es posible que un avión se caiga sobre mi cabeza, pero todo indicaría que Prevención significa, en mi caso, ocuparme de estos temas antes que de otros. La Bioingeniería se relacionaría con nuevas vacunas o medicamentos, la Genética hará posible que mis nietos ya no padezcan estas enfermedades.

El primer paso es saber. Darle a la salud personal la importancia que todos decimos que tiene. Es conocer como funciona nuestro cuerpo, como lo cuidamos, como lo agredimos, y hacernos cargo del tema. Esto nos hace mejores clientes (que no es una mala palabra en salud), más seguros en nuestras elecciones, más estrictos con el cumplimiento de las indicaciones médicas, mejores pacientes. Y también menos indefensos como consumidores.

Saber en que lugar estamos parados nos permite diseñar nuestra propia “prevención”. Ignorar o negar nuestra carga genética es la mejor manera de encarecer nuestra salud. Una vacuna es mucho mas barata que una cirugía. Una dieta es mucho más barata que una vida llena de medicamentos.

Perder la salud es esclavizarse a decisiones externas, que no siempre están en manos idóneas. Mantenerse Sano es ser libre, es elegir con tiempo e información, es ser independiente de sindicalistas y políticos. Es decidir como quiero vivir mi vida.

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