27 de abril de 2009

La Asistencia Sanitaria centrada en el paciente


Los Sistemas de Salud de todo el mundo enfrentan dos situaciones ineludibles: La expectativa de vida de la población en general aumenta, al mismo tiempo que lo hace el costo de los tratamientos médicos, en gran parte por la evolución de la tecnología.

Es simple, la tecnología nos permite encontrar curas a enfermedades que antes no la tenían y esto implica un aumento en la supervivencia y en el costo de la salud.

Sería muy importante si lográsemos que las expectativas de vida de las personas aumenten no solo por el avance de la tecnología, sino también por un cambio en los hábitos de vida, esto resultaría en una población más envejecida pero sana. Si no lo logramos el aumento de la edad promedio de la población no solo provocará un desequilibrio en el sistema provisional, sino también en el sistema de salud.

Con una realidad tan evidente en nuestro futuro es importante que tomemos conciencia que nuestra vida será mucho más larga que la de nuestros padres y abuelos, que seguramente no vamos a tener una cobertura médica real ni eficiente, y que la medicina privada va a ser mucho más cara.

A partir de esta realidad un grupo de Asociaciones de Pacientes, reunidas en la Internacional Alliance of Patients Organization (IAPO), plantean un cambio de paradigma en el diseño y organización de los sistemas de salud, migrando de un sistema centrado en la enfermedad hacia un sistema de salud centrado en el paciente.

Según la IAPO es necesario que cada paciente tome parte activa en su propio tratamiento, se responsabilice y tome conciencia de su comportamiento y se auto dirija. La asistencia centrada en el paciente parece la forma más rentable de conseguir mejores resultados en lo que se refiere a la salud de los pacientes.

Las prioridades de los pacientes y de sus familias son distintas en cada país y dependen del tipo de enfermedad, pero aún partiendo de esta diversidad, hay algunas prioridades comunes. Una asistencia sanitaria centrada en el paciente debe basarse en los siguientes principios:

  1. Respeto. La asistencia médica debe respetar las preferencias y necesidades médicas del paciente, así como su autonomía e independencia.
  2. El derecho y poder de decisión. El paciente tiene el derecho y la responsabilidad de participar, de acuerdo con su capacidad y sus preferencias, en la toma de decisiones que afectan su vida. Esto exige un sistema sanitario receptivo, que ofrezca las opciones adecuadas para el tratamiento y facultades de elección de acuerdo con las capacidades del paciente, y también proporcione estímulo y apoyo para que el paciente y su familia obtengan la mejor calidad de vida posible.
  3. Participación de los pacientes en la política sanitaria. Los pacientes y las organizaciones de pacientes deben comprometerse y compartir la responsabilidad en relación a la toma de decisiones sobre las políticas sanitarias y las políticas sociales que repercutirán finalmente en sus vidas.
  4. Acceso y Apoyo. El paciente debe tener acceso a los servicios sanitarios que su condición exija. Esto incluye el acceso a servicios, tratamientos, cuidados preventivos y actividades que mejoren su salud. Dichos servicios deben proporcionarse de manera tal que todos los pacientes puedan acceder a los servicios sanitarios, independientemente de su condición socioeconómica. La asistencia sanitaria debe prestar apoyo a sus necesidades emocionales y tener en cuenta factores ajenos a su salud, tales como educación, situación laboral y problemas familiares que afecten su poder de decisión sobre su propia salud y auto disciplina.
  5. Información. Es esencial dar una información adecuada, precisa y clara para que el paciente pueda tomar decisiones fundamentadas en relación al tratamiento y a la aceptación de su enfermedad. La información se les debe presentar en un formato sencillo acorde con los principios de información médica, teniendo en cuenta así mismo la enfermedad del individuo, su idioma, edad, nivel de comprensión, capacidad y cultura.

Las decisiones tomadas en la elaboración de una política de asistencia sanitaria tendrán siempre repercusiones para el paciente, por lo tanto estos tienen el derecho moral y ético de participar de forma activa y significativa en la elaboración de dichas políticas. En la actualidad la opinión del paciente no es valorada ni reconocida, así que su participación es un mero acto simbólico.

Cuando creamos Fortaleza no teníamos conocimiento sobre esta declaración de principios, a los cuales adherimos sin saberlo, porque un sistema no es solidario si se basa en la ignorancia de los pacientes, fomenta la indiferencia o la falsa confianza en una tarifa plana de salud.

Un sistema de salud debe, necesaria y obligatoriamente, fomentar el conocimiento y la prevención, porque de esta manera el paciente puede ganarse el respeto de la asistencia médica y ejercer el derecho a participar en el cuidado de su salud. Un paciente con conocimientos sabe lo que busca y un profesional capacitado puede informar, prevenir y contener, y no se limita a ser solo un generador de tratamientos.

Informarse y prevenir, y consultar con el mejor médico disponible ante cualquier problema, es transformar nuestra cobertura en un sistema de asistencia centrado en el paciente, y este es un buen método para Mantenerse Sano.

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